Thursday, June 12, 2008

poema

si tu fueras arbol
yo seria enredadera
para tenerte en mis brazos
el dia en que yo me muera

JOSE EDUARDO PIERSON LORTA

José Eduardo Pierson Lorta

Leyenda

Nació en la estación pierson, en la hoy Comisaría de Terrenote, Imuris, Sonora, un 24 de junio de 1871, siendo su padres el señor José Miguel Pierson, de origen francas y de la terrenateña Francisca Lorta. Paso su niñez en este pueblo donde sus padres eran propietarios de un molino harinero y por instancia de su madre, fue enviado a estudiar a California, en Estados Unidos.
A principios del siglo pasado decidió regresar a México, y de allí a su natal terrenate, en donde con gran entusiasmo se encargo de construir el Templo de la Asunción de Maria terminándolo en 1902.

LA GALLINA DE LOS HUEVOS DE ORO

La gallina de los huevos de oro

Un granjero y su esposa tenían una gallina que ponía un huevo de oro cada día.
Supusieron que la gallina debería contener un gran terrón del oro en su interior, y para tratar de conseguirlo de una sola vez, la mataron.
Haciéndolo así pues, encontraron para su sorpresa que la gallina se diferenciaba en nada de sus otras gallinas.
El par de ingenuos, esperando llegar a ser ricos de una sola vez, se privaron en adelante del ingreso del cual se habían asegurado día por día.

Nunca destruyas, por ninguna razón, lo que buenamente haz adquirido y te está proveyendo de bienestar.

LA NUVECITA VIAJERA


La Nubecita ViajeraEn el medio de un cielo muy azul, había una nube muy jovencita, regordeta, blanquísima, que tenía muchas ganas de pasear por los mundos, de conocer un poco esos lugares tan lejanos que hay por todos esos cuadraditos de abajo.Se puso a llamar a su amigo:Viento, ven, dijo con la voz mas fuerte que pudo.Al ratito vino alegremente dando mil vueltas preguntándole que quería. La fue soplando arremolinadamente divirtiéndose mucho ya que parecía que la estaba centrifugando.¡Así no!¡Que me mareo!, le dijo la nube al viento.Y cuando las nubes se marean llueven, empezó a llover como loca la pobre, tanto que terminó siendo un pequeño lago. Estaba bastante enojada la nubecita, porque además haberse mareado ahora estaba anclada a la tierra en forma líquida, no podría moverse mas de ahí. Empezó a hacer muchas olitas, a hacer olas grandotas que volvían otra vez a reunirse con el resto del agua. Tanto se agitó que se agotó y empezó a transpirar a chorros, además el calor del suelo hizo que transpirara y se evaporara, tanto que al rato no quedaba mas ni una gota de agua en el suelo, se había vuelto al cielo tan blanca, gordita y joven como era.Buf, buena me la hizo este viento loco, dijo sacudiéndose un poco.Decidió que mejor se las arreglaba solita para moverse por su cuenta, hizo plaf y le salieron dos patitas, después hizo Plif y le salieron dos bracitos, así podría caminar y agarrar cosas si quería. Por uno de aquellos horizontes había una lluvia con sol, hacia allí se dirigió alegre y feliz. Cuando llegó pidió permiso para pasar entre las nubes que estaban contándose toda clase de historias, chismes y bromas. Cómo se divirtió cuando vio el arco iris, se acercó a el y empezaron a hablar.Hola nubecita, ¿quieres deslizarte por algún color mió?, le preguntó muy amable el arco iris. ¡Uy si! ¡Me encantaría!, pero.... ¿no me voy a caer? ¿No me voy a hacer daño?, le dijo la nubecita. No, te agarras bien de un color y después te dejas llevar por este hasta el suelo, pero ten cuidado con el aterrizaje, le advirtió el arco iris.Se sentó sobre el rojo, le parecía un color de lo mas raro y divertido, tanto azul por todos lados era ya suficiente para ella. Se agarró fuerte..A la una... a las dos... y a las tres......, dijo la nubecita deslizándose muy rápidamente hacia abajo. Iba muy rápido ya le estaba ardiendo un poquito el trasero de tanto bajar.... al ver que ya casi se terminaba la bajada no sabía muy bien qué hacer... entre tanto pensar se le acabó el arco iris e hizo pum-pum-pum, contra el suelo, diciendo tres fortísimos Ay Ay Ay.Mientras iba subiendo camino al cielo se frotaba el trasero y le agradeció al arco iris. Un poco mas allá se oían unos truenos, al llegar a ese lugar la nubecita encontró a unas cuantas nubes grandotas, gordotas, y muy mayores que estaban probando puntería con los relámpagos. Las observó como lo hacían, y le divertía mucho así que les pidió si podía ella también probar. Se rieron mucho todas, diciéndole que ella era muy blanquita, chiquitina, y joven para poder hacer eso. Se juntaron dos y tiraron un relámpago tremendo, haciendo mucho zig-zag y mucho Trua-a-a-a-AAAAmmm. La chiquitina se sentía mas chiquitina todavía y se fue poniendo de repente un poco gris, sacó un relámpago, lo tiró con fuerza, tanto que se quedó dando vueltas como un trompo, pero el ruido fue un tímido Trua- a- j cortito, y rápido. Las dos nubes que habían tirado uno tan grande recién, se pusieron a cada lado de la nubecita, y la ayudaron a tirar el relámpago mas largo zigzagueante y ruidoso de esa tarde.¡Qué contenta estaba!